El tapón de corcho es más que un simple cierre o diseño, es el acompañante inseparable de la botella del vino. Así como el vino se cuida en el viñedo, el tapón de corcho guarda el sabor que disfrutamos en cada copa. Pieza inseparable de una botella, el corcho tiene un papel fundamental que debemos conocer para saber si está en condiciones de mantener el vino antes de que el paladar tenga la última palabra. Sabemos que los huevos no se deben dejar fuera de la nevera con el calor o que la leche se pasa, y, sin embargo, ignoramos las necesidades de conservación del vino.

 

 

 

 

 

  1. NECESIDAD DE TRASPASO DE OXÍGENO

El corcho proporciona al vino oxígeno en pequeñas cantidades, necesarias para que evolucione en el tiempo. Esto se produce gracias a la porosidad natural del corcho y los reducidos espacios entre la pared de la botella y el corcho.

  1. ESPECIAL ATENCION A LA HUMEDAD

Protege el interior de la botella. El exceso de humedad es una de las señales que nos da un corcho de una mala conservación, mientras que la falta de ella reseca el corcho y se corre el riego de que se rompa al dejar entrar más aire de la cuenta o provocar la aparició

n de hongos en la superficie. Por lo que es importante vigilar la humedad del sitio donde guardemos la botella.

  1. NO HAY TAPONES MALOS

No hay tapones malos, sino inadecuados al tiempo de guarda de un vino. Por ejemplo, los vinos de Reserva o Crianza permanecen durante largos periodos de tiempo en la bodega, por lo que el uso y la fabricación de un tapón de corcho es indispensable para la microoxigenación del vino y la protección del contenido de la botella.

  1. LOS TAPONES SINTÉTICOS NO SON APTOS PARA TODOS LOS VINOS

Por su consistencia y falta de elasticidad, no permiten la entrada de aire por lo que son aptos para vinos que no necesitan una larga evolución en la botella, ya que imposibilita la entrada de aire característica del corcho.

  1. DEJAR LA BOTELLA BOCA ARRIBA

Es importante saber como almacenar las botellas. Si las dejamos en cajas de cartón de pie, las botellas se mantendrán a una temperatura elevada, por encima a la recomendable. Además, esta posición de la botella expondrá al corcho a la sequedad con la que aumentará el espacio por donde entra el aire y contaminaciones de bacterias y hongos. La botella debe estar inclinada para dejar que el vino empape el corcho.

 

  1. SI SE CAE EL CORCHO HAY QUE SACARLO

Muchas veces queremos abrir una botella demasiado deprisa o el corcho está un poco seco y se rompe al intentar extraerlo. Un corcho desmigajado dentro de la botella no solo estropea el sabor del vino, sino que sus incómodas partículas nadarán por él. Para evitar esta situación existen algunos trucos. El tirabuzón del sacacorchos se introduce justo por el centro del corcho y se mete hasta el fondo girando el sacacorchos recto, nunca la botella, pero sin llegar a atravesarlo por el otro lado. Por último, se extrae poco a poco y suavemente el corcho del cuello de la botella, sin cambiar la dirección del giro.