El interés por el vino ha servido de inspiración a diferentes artistas que han reflejado en sus obras la estrecha relación del vino con la sociedad y las regiones donde se produce. Ya en cuadros de Goya este caldo era un componente fundamental de las escenas populares españolas como la vendimia, usado para expresar la felicidad de vivir.

Porque no hay que perder las buenas costumbres, hoy, el enoturismo, pretende seguir dando a conocer nuestra tierra y sus productos, que forman parte de la, idiosincrasia de nuestro país. A pesar de ser un sector todavía emergente en España, nuestro país goza de un gran potencial turístico, enológico y gastronómico para avanzar como Marca España dentro del mercado nacional e internacional. Pero ¿qué es el enoturismo?

A todos nos encanta viajar, empaparnos de la cultura y tradiciones del lugar para vivir el destino desde dentro. Es, precisamente, esta sed de nuevas experiencias la que ha fomentado en los últimos años diferentes formas de turismo como el enológico. Una expedición por zonas vinícolas que permite adentrarse en el mundo vino, con el fin de conocer su historia, sus viñedos, su elaboración, su bodega… Al enoturismo lo acompaña algo más que el vino, acostumbra a ir de la mano de la gastronomía, la cultura y la pasión por los espacios naturales donde se cultiva esta tradición. Además, son muchas las actividades complementarias que hacen de este turismo una experiencia redonda, ya que brinda la oportunidad de aprender con degustaciones, catas, talleres o cursos.

En Bodegas Volver fomentamos el enoturismo e invitamos a descubrir algo más que el sol y la playa de Alicante. Convidamos a la vista a visitar nuestros viñedos para observar los tipos de viña, la mesa de selección, depósitos, barricas… hasta culminar con una cata donde todos los sentidos, en especial el paladar y el olfato, se unen para degustar nuestros mejores vinos. Un sabor que se junta con productos autóctonos de la zona para disfrutar de un buen maridaje. Todo un viaje para cultivarse y disfrutar de este mundo porque, como decía Dalí: “Quién sabe degustar no bebe jamás el vino, sino que degusta secretos”.