Catar un vino significa someterlo a nuestros sentidos, en especial el del gusto y el olfato para diagnosticar su calidad. Aunque, la vista, el tacto e incluso el oído también participan en este viaje.

En las catas tradicionales se degustan varios vinos para apreciar mediante la vista sus colores, su lágrima, brillo, transparencia… Aunque no engañe, la vista tampoco deber ser decisiva en la calificación de un vino, sino que tiene que ir acompañada de fases olfativas y gustativas. El olfato puede llegar a percibir hasta 10.000 aromas. Los primeros aromas que notamos son los propios de la uva, los segundos los de la fermentación y por último lo intercambios que se producen entre el vino y la madera que dejan cantidad de matices en copa. El gusto es el sentido que menos sensaciones produce, las papilas gustativas únicamente registran información de los sabores básicos: dulce, ácido, salado y amargo.

Los tipos de catas que existen son básicamente dos; las catas profesionales mediante sumilleres o catadores profesionales y, en segundo lugar, las catas que actualmente son muy demandadas y ofrecidas por las bodegas en el cada vez más conocido Enoturismo, todo un recorrido por diversas denominaciones de origen.

            Sin embargo, a un tipo de cata que está en auge, la CATA VERTICAL. Estas catas consisten en la degustación de un solo vino, pero de diferentes añadas. El porqué de esta cata es que facilitan apreciar y evaluar la evolución del producto. Normalmente, se empieza por el vino de añada más antigua hasta llegar a la más actual para determinar la calidad de la añada y analizar los cambios en el método de producción.

No son una práctica muy habitual, pero sí muy valiosa para los expertos del mundo del vino, ya que proporciona información sobre la capacidad de conservación que ofrece la botella de vino y el desarrollo en esta. Además de poder comparar aspectos de la vinificación de las distintas añadas, diferencias encontradas por el encorchado, temperaturas y tiempos de conservación, etc. En definitiva, estas catas nos permiten catar la historia de un vino o bodega.